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A la par con el crecimiento de la economía, el mercado de arrendamientos en el país se ha venido incrementando hasta alcanzar un 38% este año 2012, de acuerdo a un estudio de la firma Unifianza. El negocio de los arriendos, que se mueve fundamentalmente por las edificaciones destinadas a vivienda, se ha convertido en una alternativa importante para los inversionistas.

De acuerdo a la presidenta de Unifianza, Clemencia Parra,

“aparte de vivienda otro de los rubros que está creciendo con fortaleza es el arrendamiento de oficinas, bodegas y locales comerciales, lo que demuestra la fuerte demanda tanto de empresas nacionales como empresas extranjeras que llegan al  país a instalarse con todo su personal y eso lo estamos viendo con mayor frecuencia en Bogotá”.

La directiva de la firma inmobiliaria sostiene que el aumento de esta actividad en el último año, confirma a Colombia como el país con el más alto índice de arrendamientos en América Latina. Frente a la alta demanda del sector, la señora Parra sostuvo que en los últimos 12 meses, ha crecido sustancialmente el pedido de alquileres de bodegas y oficinas en ciudades como Medellín, Barranquilla y Bogotá.

De hecho es sorprendente para las firmas monitoras internacionales, ver como en Colombia los precios de los alquileres han subido por encima del crecimiento y de la inflación,como en el 4 que subieron 7% el metro cuadrado, mientras en el 5 fue del 8% y en el 6 del 1%. Algo que no coincide con las expectativas económicas pero que podría explicarse debido al déficit habitacional en nuestro país

A pesar de que la ola se encuentra en su cresta alta, hay tres nubarrones que pueden amenazar la actividad inmobiliaria en los próximos años. Uno es el desarrollo habitacional que quierne adelantar alcaldes como Gustavo Petro en Bogotá o Aníbal Gaviria en Medellín, otro es el posible impacto que puede frenar el alquiler comercial si la reforma tributaria eleva el IVA del 10 al 16% de los locales comerciales y el último y más preocupante, el sobre endeudamiento de la mayoría de los colombianos.

Este sobreendeudamiento puede ser peligroso en un país como el nuestro en donde la economía depende fudamentalmente de dos pilares: comercio y contrucción. Ante la desacelaración constante de cualquiera de éstos dos, la liquidez del mercado se vería reducida automáticamente, produciendo un efecto dominó sobre el crédito y la inversión inmobiliaria en Colombia.

Por acenty